Perdámonos – Spanish Edition
Los cuentos sobre Matthew Scudder nº 7
«Me encanta la serie sobre Matthew Scudder, y me encantan los cuentos.»––Otto Penzler, Los Angeles Times, Los diez libros más deseados del 2011
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«Me encanta la serie sobre Matthew Scudder, y me encantan los cuentos.»––Otto Penzler, Los Angeles Times, Los diez libros más deseados del 2011
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«Me encanta la serie sobre Matthew Scudder, y me encantan los cuentos.»
––Otto Penzler, Los Angeles Times, Los diez libros más deseados del 2011
Lawrence Block ha escrito 17 novelas protagonizadas por Matthew Scudder, las cuales han conquistado corazones de lectores en el mundo entero, y de paso un tropel de trofeos, incluyendo el Premio Edgar Allan Poe (EUA), el Shamus (EUA), el Philip Marlowe (Alemania) y el Halcón Maltés (Japón). Y Matthew Scudder es en gran medida el responsable de los galardones a la carrera artística que le han sido otorgados a Block: el Premio Gran Maestro (Mystery Writers of America), el Premio The Eye (Private Eye Writers of America) y el Puñal de Diamante Cartier (UK Crime Writers Association, Reino Unido).
Pero Scudder es también la estrella en muchos relatos cortos, como lo recuerda Lawrence Block:
«Comencé a escribir acerca de Matthew Scudder a mediados de los años setenta. La primera novela, “Los pecados de los padres”, apareció en 1975 y “Una gota de algo fuerte” (la décima séptima y la más reciente) se publicó en el 2011. Con el transcurso de los años, Scudder ha aparecido también en 11 narraciones breves. Una de éstas es “Perdámonos”, que hiciera su primera aparición en EQMM en el año 2000.
»Los relatos brees me han dado la oportunidad de echar una mirada hacia atrás, visitando la vida de Scudder antes de la primera novela, cuando él era miembro del Departamento de Policía de Nueva York. La acción de “Perdámonos” ocurre cuando el protagonista ya había obtenido su placa dorada de detective y ya andaba en amoríos con Elaine Mardell, mientras que aún vivía en Syosset con su esposa, Anita. Trata de un amistoso juego de póker que dejó de ser amistoso y de la ingeniosa ocultación de una ocultación. La música de Chet Baker, a la cual se refiere el título, define el tono de este cuento.»